SER BÉTICO

Mi post va dedicado a uno de los equipos de mi ciudad, al que sigo desde que era pequeño y mi padre me enfundaba la gorra, la bufanda, la camiseta y nos íbamos a ver el Betis - Sabadell, cuando éste equipo jugaba en primera división. Lo que yo viví allí...quedaría muy bonito decir que fue algo que me impresionó desde el primer momento, pero no, era algo normal, parecía que llevara allí toda la vida, ya que mi padre me cuenta que gritaba, cantaba y aplaudía como el que más, con tan solo 8 años. Han sido muchos años los que he acudido al estadio con mucha frecuencia, pero nunca y digo nunca, me he sentido tan bético como ahora que comparto unos minutos a la semana dentro del mundo del beticismo, en "Las Mañanas de Radio Betis", con mi compañera y amiga, Elena Muñoz. Son minutos con altibajos, con más y menos sueño, pero siempre son productivos. Nunca hablé de fútbol en el programa, pero creo que ya toca. El pasado domingo me enfadé, me alegré, me volví a enfadar y acabé contento, como el 99% de los béticos (siempre alguno estará enfadado). Me siento bético de 90 minutos, con el corazón entregado mientras rueda el balón, pero volviendo a la vida normal cuando acaban. No por gritar menos soy menos bético, no por no decir que sí a todo soy menos bético, no por insultar a una afición que se hace 400 kms para ver a su equipo (UD Almería) quiero más a mi club, y este mensaje va para todos aquellos que no actuaron de anfitriones cuando vinieron a nuestra casa a vernos, a ver nuestra ciudad, a reír con nuestra gente. Después no podemos pretender que vayamos por ahí y nos tiren flores a nuestro paso. En este mundo no debe haber colores a la hora de estrechar una mano o contar una divertida anécdota, y antes de parecer más mayor de lo que realmente soy, lanzo un mensaje a los aficionados. Para ser la mejor afición del mundo no hace falta poner pancartas enormes, gastar medio sueldo en papel higiénico o decirle al linier que en la cárcel estaría más cómodo. Para ser la mejor afición del mundo hay que hacérselo saber a la hinchada visitante tratándoles como lo que son, turistas que vienen a conocer nuestra casa, nuestras instalaciones y nuestros perritos calientes y cervecitas. Cuando vayamos a Valencia, nos gusta probar la paella, en Madrid el cocido y el pisto en Galicia, hagamos que todos los que vengan, ya sean de Barcelona, de Almería o los propios vecinos, se vayan con una derrota de su equipo y con un pensamiento claro en la cabeza, "QUE LÁSTIMA NO HABER NACIDO BÉTICO".

Pincha en la imagen para ver un vídeo homenaje a la afición que pretendemos que sea la mejor del mundo